La vida de dos adolescentes cambió radicalmente luego de la muerte de su padre hace un año. Desde entonces, su madre, Rosa Isabel González, comenzó una relación con otro hombre, dejando a sus hijos desatendidos y enfrentando situaciones de hambre y maltrato, especialmente el menor, de 16 años, quien vive con habilidades diferentes.
“Mi mamá llega tarde de trabajar, a veces a las 3 o 4 de la mañana, y se va a las 9 o 10, casi no la vemos. Muchas veces no comemos. Mi hermano pasa el día en la calle esperándola, incluso en la madrugada. A ella no le importa; parece que ama más a su marido que a nosotros. A mi hermano solo le da pan, galletas y gaseosa, a pesar de que recibe su pensión. Son los vecinos quienes nos dan comida,” expresó Jaimes Julio Zapata González, hijo mayor, quien aún mantiene la esperanza de recuperar el amor y cuidado de su madre, aunque siente que ya no son prioridad para ella.
Los vecinos también han mostrado su preocupación por la situación de estos jóvenes y les han brindado apoyo alimenticio cuando pueden, buscando mitigar el abandono que enfrentan diariamente.