¡Increíble! No son uno, ni fueron dos, fueron tres los hundimientos que sufrió esta avenida desde su reapertura. Parece un juego de niños con un castillo de arena que se desploma cada vez que hay una fuerte lluvia en nuestra ciudad.
Los vecinos indicaron que de milagro no hubo un accidente que lamentar, pues un conductor de motocarro por poco casi se mete en el forado. Justo a tiempo pasó e inmediatamente se hundió la pista.
Los moradores, consternados, piden que la fiscalía de prevención del delito y el defensor del pueblo intervengan y fiscalicen esta obra, que a todas luces está en manos de personas incapaces de resolver el problema.