El alcalde de Belén, César Vidaurre, conocido como “el gordo bueno”, ha sido criticado por la población debido a su aparente despreocupación por la calidad de las obras en su gestión. En vez de enfocarse en asegurar la calidad de los proyectos, se le acusa de dedicarse a realizar campaña política.
Un ejemplo claro de este problema es la situación en la cuadra 10 de la Av. Participación, donde la pista recién construida ya muestra grietas y se ha empezado a hundir nuevamente. Los residentes de la zona rechazan estos trabajos de mala calidad, considerándolos un peligro para el tránsito normal.
La población expresa su descontento con Vidaurre, afirmando que jamás apoyarán a un alcalde irresponsable que abandona a su distrito para buscar nuevos cargos políticos. Existe también preocupación sobre el financiamiento de su campaña, y algunos sugieren que podría estar utilizando dinero del municipio de Belén para sus intereses políticos.
Los vecinos esperan que las autoridades tomen cartas en el asunto para garantizar que las obras públicas sean de buena calidad y no representen un riesgo para la comunidad. La situación actual genera desconfianza y malestar entre los ciudadanos, quienes exigen una gestión más responsable y comprometida con el bienestar del distrito.