Un niño de 8 años resultó con el ojo izquierdo afectado tras jugar con una luz de bengala durante las celebraciones de Navidad. Una chispa de este artefacto ingresó al ojo del menor, comprometiendo su visión. Actualmente, el pequeño está recibiendo tratamiento médico y será evaluado después de una semana para determinar la evolución de su condición.
“Estos juguetes artificiales parecen inofensivos, pero no lo son. Mi hijo estaba jugando con luces de bengala y una chispa entró en su ojo izquierdo, dejándolo muy irritado. Cuando fuimos al oculista, nos indicaron que tiene un quiste interno provocado por un agente externo. Ahora tiene el ojo parchado y está en tratamiento; esperamos que se recupere bien,” relató el padre del menor afectado.
El incidente pone de relieve los riesgos asociados al uso de pirotécnicos, incluso los que aparentan ser menos peligrosos. Se exhorta a los padres y cuidadores a extremar las precauciones cuando los niños interactúan con estos productos, ya que pueden provocar daños severos.