Lo que sería un día especial, casi termina en desgracia. Esto ocurrió la tarde de ayer sobre las aguas del río Nanay, por el sector de Santa Clara, mientras amigos y familiares realizaban una fiesta en honor de Andy Barboza por su onomástico número 22.
“Solo escuché a la gente gritar que alguien se cayó al agua. Inmediatamente, mi instinto de madre me dijo que era mi hijo. Yo veía a mi hijo luchar por su vida y desesperada comencé a gritarle ‘¡Hijo, resiste por favor!’. Fueron momentos de terror; solo imaginarlo me duele el corazón, pues pude perder a mi hijo. Gracias a Dios no pasó una desgracia. Sus amigos fueron los que lo rescataron de morir”, contó entre lágrimas la señora Luzgarda Dahua, madre de Andy.