Cada tercer domingo de noviembre, la Iglesia Católica conmemora el Día Mundial del Pobre, instituido por el Papa Francisco en 2017 para recordar el mandato de Jesús de ayudar a los más necesitados.
En esta ocasión, la parroquia Santo Cristo de Bagazán, en Iquitos, organizó una jornada solidaria donde se prepararon y entregaron 400 raciones de comida, con la colaboración de 30 voluntarios que comenzaron a trabajar desde muy temprano.
“Es un día muy satisfactorio para nosotros, poder apoyar a los que más lo necesitan. Este año hicimos un platillo exquisito, el picante, siguiendo lo que nos enseña el Evangelio: practicar las obras junto con la fe, porque ambas deben ir de la mano. Gracias y bendiciones a todos; que nunca falte el alimento en sus hogares,” expresó con emoción el párroco Walker Dávila.
La actividad fue recibida con gratitud por los beneficiarios, reflejando el espíritu de fraternidad y amor al prójimo que inspira esta jornada mundial.