Cansada de la mala vida y la falta de apoyo en la manutención de sus hijos, Rosa Guerra, de 40 años, tomó la drástica decisión de echar de su casa a su pareja, Mateo, de 23 años. La mujer, quien se esfuerza diariamente para conseguir el sustento familiar, le exigió al joven que se retire al ver su despreocupación.
Al verse fuera del hogar, el veinteañero reaccionó con una desesperada amenaza: comenzó a chantajear a Rosa con la idea de autoeliminarse. Mateo agarró una soga e intentó amarrarla a una viga, lo que causó pánico en Rosa, quien logró persuadirlo de no cometer tal acto.
Agentes del Serenazgo de San Juan Bautista y un efectivo policial, alertados de la situación, llegaron de inmediato a la vivienda ubicada en el sector de Rumococha. Sin embargo, la intervención tomó un giro inesperado, pues encontraron a la pareja en una escena de reconciliación, prometiéndose mutuamente que la relación y la situación familiar mejorarían.